1. Pórtico de la Mansión del Reposo, Panteón de Oriente
2. Pedestal ecléctico de tres cuerpos a la memoria de Juan Paura
3. Capilla neoclásica de Antonio Herrera
4. Capilla neogótica de Domitila Martínez de Rodríguez y Pedro Escárzaga (Montoya)
5. Capilla neogótica de Carmen Bracho
6. Capilla neogótica de Juan Bautista de Olagaray
7. Pedestal funerario para Petronila Nabarrete y Matías Enrriques
8. Catafalcos gemelos
9. Capilla de Ysabel G. de Zárraga
10. Lápidas de mármol para Aurora y Guillermo Bracho
11. Capilla de Anatolia B. de Guerrero
12. Hornacinas gemelas de la familia Herrera
13. Cruces truncas unidas por los brazos
14. Capilla Saravia
15. Capilla neogótica de Florencia Contreras de Curbelo
16. Baldaquino neoclásico para Jesús E. Hernández
18. Columbario neoclásico
17. Túmulo funerario de Aurora Salcido Grimaldo
19. Capilla Ardiente
20. Pedestal con remate de bulbo para Manuela Soria Vda. de Alvarado
21. Catafalcos de los niños Commesse y Laborde
22. Pedestal octagonal de la familia Castillo
23. Capilla de San Mateo Correa Magallanes
24. Capilla neogótica (Montoya)
25. Capilla de Joaquina de la Pedriza
26. Capilla de Domingo del Palacio
27. Capilla neogótica de la familia Martínez (Montoya)
28. Altar y baldaquino neogótico al canónigo José de Jesús Contreras (Montoya)
29. Capilla ecléctica para María Victoriana Gurrola de Gurrola
30. Capilla dedicada a la memoria de Eutimia Moreno (Montoya)
31. Unión mutualista de albañiles, canteros y similares
32. Obelisco egipcio
Arquitectura Funeraria
Los cementerios atriales en la ciudad de Durango en la primera mitad del siglo XIX eran insuficientes, aunado a la falta de higiene que ya se presentaba en los mismos. Esta necesidad ya se había considerado, por ello el cementerio del templo de Santa Ana fue edificado, sin embargo, tuvo una vida corta.
El Panteón de Oriente surgió como un cementerio católico; la Mansión del Reposo fue un proyecto generado por la Iglesia, que al establecerse las leyes de reforma logró su consolidación como panteón civil, proyecto ejecutado por la junta directiva que encabezaron los Sres. Francisco Álvarez Balmaceda y Juan B. de Olagaray.
Las manifestaciones arquitectónicas en el Panteón de Oriente comenzaron a presentarse a partir de 1860 con estructuras como el pórtico principal y el columbario. En cuanto a la arquitectura proyectada en capillas, catafalcos, pedestales y obeliscos, tuvo su mayor auge durante el porfiriato donde se ejecutaron piezas arquitectónicas de gran calidad de orden historicista bajo el ideal romántico de la época.
El panteón cuenta con un formidable repertorio arquitectónico que va desde los estilos de arte neogótico hasta los órdenes eclécticos neoclasicistas. En todas las estructuras funerarias que por rigor se establecen con elementos arquitectónicos, se ornamentan con elementos que denotan iconografía religiosa, a través de la labor floral o fitomorfa y el atavío escultórico de los ángeles y ánimas que proyectan un discurso de redención y de fe en sus ofrendas florales.