De probable manufactura del cantero Aniceto Meraz. Se trata de una de las capillas de mayor antigüedad en el Panteón de Oriente; destacable por su fino trabajo ornamental de labrados en la portada y acabados en el contorno estructural del friso.

La capilla de Antonio Herrera se levanta sobre una planta rectangular. Es una capilla de composición próstila, dístila, de columnas compuestas de fuste estriado, exentas al muro; estas flanquean la puerta que está conformada por herrería y un arco peraltado decorado por molduraciones en ornato de pensamientos en su contorno.

La piedra angular del arco exhibe un blasón mixtilíneo del que parte su ornamentación fitomorfa misma que se expande al tímpano a modo de gablete, con decoraciones de hoja de palma y pensamientos. Estos elementos de ornato vegetal se proyectan en el contorno del friso, el cual aparece enmarcado por sobrias molduras y dentículos que se conjugan a las formas mixtas de la cornisa.

El frontis de este conjunto arquitectónico es triangular quebrado, flanqueado por cuatro acroteras en forma de hoja de palma; morfologías que parten de dos volutas que se forman en la base de cada una alusivas al canon jónico. Maneja una bóveda vaída rematada por una cruz latina; ornamentada en los brazos por puntas de palma y al centro una corona enmarca la palabra “PAZ”.