Esta estructura funeraria se conforma sobre una planta cuadrada proyectada de volumetría octagonal con placas de alabastro en el primer cuerpo; estas aparecen flanqueadas por pilastras toscanas decoradas en el fuste por roleos.

El segundo cuerpo se vuelve más esbelto repitiendo la serie de pilastras ornamentadas; esta vez flanquean placas de mármol.

Se manejan cornisas de doble moldura; en el remate se cierra la composición arquitectónica con una aguja que procura secuencia octagonal de acuerdo a su circunferencia. Por último, en la punta de la aguja aparece una peana rematada por una cruz foliada.