El pórtico de la Mansión del Reposo fue realizado en el año de 1860 por el cantero Aniceto Meraz; a quien también se le encomendó al interior del recinto un columbario y la capilla ardiente.

El pórtico tuvo como función establecerse como área administrativa, así como áreas de descanso donde se velaban los cuerpos antes de trasladarse a la capilla ardiente para su última misa.

Cuando los cuerpos eran trasladados en el cortejo funerario a la capilla ardiente, era sonada pausadamente en luto una campana fechada en 1886 que se encuentra en la espadaña posterior del pórtico.

Este monumento funerario es el que se ha encargado de recibir a todas las personas que ahora reposan en este cementerio. Su arquitectura fue proyectada de acuerdo a un canon compuesto parcializado al estilo jónico.

Aniceto Meraz conformó una arquitectura próstila de columnas exentas de orden jónico, apoyadas sobre pedestales rectangulares; estas conforman un entablamento de doble platabanda y friso decorado por “vanitas” o cráneos que nos recuerdan lo efímero de la vida. También se decora con un denticulado, y al centro una cartela oval enmarcada con palma que ostenta la epigrafía “Mansión del Reposo”.

En la calle central se estructuran dos pilastras toscanas que soportan un arco abocinado de medio punto sobre el que aparecen enjutas labradas en punta de diamante hasta colindar con el entablamento.

Enmarcando el cuerpo de la fachada se cierran dos volutas y descienden sus orlas hacia el pedestal, transmutando en dos rosetones de ocho pétalos.

En la tiara de este retablo de cantería aparece una peana de formas jónicas, al ser conformada por dos volutas u orlas imbricadas entre sí que soportan un “globus mundi”; el mundo cristianizado a través de su cruz de herrería.

Enmarcando el retablo se trazaron las cornisas que se forman en roleos y caen de forma curvilínea hacia los sillares, proyectándose hacia el perímetro del panteón con una balaustrada de cantería.

En el extremo opuesto del pórtico, en el límite del pronaos se conforman dos columnas jónicas que elevan un arco trilobulado decorado en los filetes por motivos vegetales.