Monumento funerario en cantera de finales del siglo XIX de acuerdo a la fecha de fallecimiento de Manuela Soria en el año de 1876.

Se proyecta un pedestal sobre una base cuadrangular con pilastras decoradas con pensamientos de los cuales penden tres botones. Al centro de cajeado rectangular de la dimensión sur aparece una cartela dentada en el marco con epigrafía funeraria alusiva a Manuela Soria.

Rematando el pedestal sobre la cornisa se levanta un bulbo que se forma a partir de la hoja de palma y acanto, elevándose en forma piramidal al centro hasta que las cuatro líneas se cruzan y caen volviéndose a sí mismas, flanqueando nuevamente una flor de pensamiento.

Las cuatro enjutas o dimensiones del bulbo son ornamentadas con dentículos que forman un cajeado. En el remate sobre las volutas se conforma una peana labrada con pensamientos y sobre ella una cruz trinitaria.