Ambas estructuras arquitectónicas se levantan sobre una base cuadrada de dos cuerpos, estructurándose un pedestal llano sobre el que se conforman columnas pareadas hacia cada esquina de la hornacina; estas son de capitel compuesto predominando el acanto de orden corintio y su fuste estriado.

En la portada establecida hacia el sur, las columnas flanquean una puerta de herrería forjada enmarcada por un arco peraltado ornamentado por un marco labrado por botones de rosas en todo el filete. Se maneja un entablamento con friso que exhibe la epigrafía respectiva a los yacentes en relieve, y un cornisamiento escalonado de doble goterón.

En el último cuerpo se proyectan acroteras esculpidas a modo de palma, custodiando al centro la bóveda de bulbo que aparece coronada por una cruz de remates de tres círculos interseccionados que representan a la Trinidad.