El sepulcro de la familia Martínez es conformado por dos lápidas rectangulares labradas con epigrafía funeraria a la memoria de Tomasita Villareal Vda. de Martínez, fallecida el 30 de enero de 1951.
Se proyecta con una base prolongada a modo de lonja y al centro un pedestal rectangular con la epigrafía “Fam. Martínez Villarreal”. A los costados se ornamenta con dos copones florales y al centro una escultura exenta de un ángel.
El ángel aparece en genuflexión con un quitón romano; este aparece con labores de brocados en el cuello, prominentes mangas que muestran pliegues y drapeados elocuentes en la composición escultórica. Resalta el cíngulo que pliega en la cintura y la tiara que lleva en la frente; la iconografía del rostro nos remite a las esculturas historicistas de estilo grecorromano.
El ángel porta sobre sus manos y la rodilla una venera o concha, esta simboliza el bautizo y el recipiente que fue del alma, el cuerpo que ahora yace y que fue el templo del espíritu; elementos que hacen referencia a la teología dogmática cristiana.