En este memorial encontramos el componente arquitectónico predeterminado para anclar la pieza escultórica, siendo de tal forma un pedestal sobrio de orden dórico con un cajeado circular, enmarcado por un cajeado rectangular donde se labra el epitafio del yacente.
La escultura es de composición exenta; se trata de un ángel que reposa con sus alas plegadas. Porta un himatión griego decorado con gablete en el pecho, de elocuente caída y movimiento en el drapeado y plegado, movimiento predominante a partir del recogimiento que hace el ángel de la tela con su antebrazo derecho, el cual apenas vislumbra la realización de la señal de ascensión del alma al paraíso con su dedo índice.
El ángel porta en su mano izquierda una prominente hoja de palma que se extiende hasta su hombro; alusivo al martirio y al triunfo del alma sobre la muerte.