En el marco tipológico de la iconografía funeraria en el que se ha determinado a los ángeles pasionarios, los que portan la cruz, llevan este elemento como el de mayor signo que representa el compartir la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

En el presente memorial se proyecta un pedestal a modo de pórtico con arco de medio punto apoyado sobre capiteles compuestos adosados. En la cornisa se ornamentan azucenas, las cuales representan un amor renovado y sobre el mismo un pedestal de ménsulas en forma de acantos que se vuelve a sí mismo.

Sobre el pedestal aparece un ángel doliente que abraza y apoya su cabeza en la cruz como símbolo de dolor. Se percibe en su rostro un semblante de tristeza que se mantiene congruente con el discurso iconográfico; el ángel porta un ramo de pensamientos, alusivos al sueño eterno de la muerte.