La composición fue proyectada en un solo bloque de cantera, haciendo aun más notable el grado de detalle en los drapeados formados por los botones de las mangas del ropón, manos y una bella guirnalda de nardos, botones de rosas y pensamientos que se extiende hacia la mano izquierda en caída natural.
Esta composición se establece sobre un pedestal toscano de cornisas sobrias de orden dórico, que al frente muestra una placa oval en mármol labrado con la correspondiente epigrafía funeraria de la que aquí descansa.
La obra que se ejecuta como memorial para Inocencia S. de la Hoya se realizó en 1918; donde aparece con un interesante manejo compositivo de la escultura donde es percibible el movimiento del cabello por el viento, aunado a la caída de los pliegues del largo ropón que se unen al movimiento del andar del ángel.