La obra escultórica se inspira en obras realizadas en cementerios europeos como Staglieno, donde se proyecta en la talla en cantera a un ángel con la trompeta alusiva al día del juicio, y lleva consigo el alma de Elena entre nubes a la presencia de Dios.

De acuerdo con datos proporcionados por Alfonso Loreto Ocaña, familiar de Elena Ocaña, el fallecimiento de la señorita Elena Ocaña sucedió días antes de su boda. Su prometido de nombre Javier, es quien adquiere este monumento funerario para la que fuera su prometida.