Este monumento funerario se levanta sobre una base ligeramente rectangular con casetones en la pared poniente y cartelas labradas en relieve en la pared sur.
Las cartelas muestran una rica ornamentación iconográfica funeraria, variable en sus componentes respectivamente; en ella se muestran cráneos con fémur y guadaña cruzados sobre el libro de la vida.
En la cartela de Matías Enrriques aparece un cráneo flanqueado por un fémur y una guadaña apoyados sobre el libro de la vida; en el se lee epigrafía funeraria: “Libro de la vida, gancho del tiempo”.
A los costados aparecen en relieve dos ángeles pleurantes esculpidos simétricamente, los cuales apoyan el rostro sobre sus brazos y sus piernas cruzadas en actitud reflexiva. El marco de la cartela es ornamentado por elementos fitomorfos que aluden a iconografía litúrgica con rosas, pensamientos, azucenas, tulipanes, uvas, veneras y tallos de palma.
La cartela de Petronila Nabarrete muestra un cráneo con vestigios de lo que pudo haber sido un fémur y una guadaña; sobre el cráneo aparece una cruz con un sudario, todo el conjunto es flanqueado por dos ángeles labrados en relieve que llevan sus manos juntas a modo de oración. La cartela maneja un marco esculpido con lacería decorada con hoja de palma y pensamientos.
Este pedestal maneja pilastras estriadas que alcanzan la cornisa de doble platabanda, la cubierta se compone por una bóveda decorada con cuatro copones y en el remate un copón con una flor que se abre como base de una cruz forjada en hierro.