La composición arquitectónica de esta capilla maneja un orden ecléctico con componentes neoclásicos y en su mayoría de prominente atavío neogótico.
Se conforma sobre una planta rectangular conformándose con un zócalo ornamentado por casetones cuadrados y delimitado por una cornisa dórica.
La capilla estructura su fachada hacia el norte, siendo de composición próstila con pedestales cajeados que sostienen columnas compuestas de notable diseño corintio; estas flanquean al centro pilastras cajeadas de capitel compuesto que permiten la estructura de un arco conopial decorado en los intrados por flores de lis. El arco conopial es decorado en los remates por trepantes de fronda, que al llegar al punto más alto del arco sostienen una rosa.
El rosetón del tímpano juega con la decoración de la rosa del arco conformando un diseño de ocho pétalos formados por arcos trilobulados, enmarcado por un filete con la epigrafía dedicada a Florencia Contreras de Curbelo y Manuel Curbelo.
El entablamento se conforma por una doble platabanda y friso decorado únicamente por dentículos que rodean la capilla, así como una cornisa que adquiere formas paralelas rectilíneas en su contorno escalonándose en el contexto volumétrico de las columnas.
Se conforma un arco de flecha en la parte más alta decorado por cuatro molduras predominando el último filete con arcos en ojiva entrelazados. A los costados se flanquean pináculos de dos cuerpos ornamentados por arcos monolobulados y arcos de flecha, estos con flores de lis que enmarcan la aguja coronada por una flama.
La cubierta de la capilla es de techo a dos aguas y se coloca en el centro del arco flechado un pedestal con cruz; ataviada por una rosa abierta y un resplandor en los brazos.