Sobre un pedestal cajeado de orden dórico se proyecta una escultura exenta de un ángel que pertenece a la tipología de ángel de la guarda.
El ángel aparece ascendiendo sobre un montículo pedroso, símbolo de la resurrección, además porta en su mano derecha una cartela que ostenta epigrafía funeraria del yacente.
El ángel abraza un tronco cortado, símbolo iconográfico de la vida y la muerte que llega inesperadamente, pero adosado al tronco se forma una guía de hiedra y pensamientos que representan el trayecto de la vida que culmina con el sueño eterno.